Al Di Meola examinó por primera vez la música de tango en profundidad en 1990 con Di Meola Plays Piazzolla (Atlantic), su sentido homenaje al gran compositor y bandoneonista argentino Astor Piazzolla. En esta colección de intrincadas y diabólicamente desafiantes composiciones de Piazzolla, el renombrado virtuoso mantiene a raya sus tendencias de fusión ardiente en su mayor parte, sumergiéndose en la belleza inherente de cada pieza con un toque matizado y conmovedor. Y pone su propio sello en estas formidables composiciones con un enfoque rítmico sincopado que varía de la concepción escrita original de Piazzolla. Tocando con guitarra clásica de cuerdas de nylon y con un acompañamiento mínimo de percusión (toques de cajón o djembé por el ayudante de producción Hernán Romero o sobregrabados por el propio Di Meola), el guitarrista explora temas rítmicos como "Tangata del Alba", "Milonga del Ángel" y "Adiós Nonino" con el tipo de apasionado estilo flamenco que demostró junto a John McLaughlin y Paco de Lucía en su ampliamente aclamado trío de guitarra acústica. Y maneja las baladas más suaves como "Poema Valseado" y la preciosa "Romántico" con elegante contención. A nivel puramente técnico, el radical salto de cuerdas y la precisión de Di Meola en "Tema de Maria" y la "Milonga Carrieguera" sin acompañamiento maravillarán a los aficionados a la guitarra, mientras que sus temerarias ejecuciones en "Campero" dejarán boquiabiertos a más de uno.


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